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miércoles, 24 de febrero de 2010

TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA ¿CATORCE AÑOS DE TRANSICIÓN?

 

 

Introducción

Me propongo analizar la transición a la democracia en nuestro país, tomando en cuenta el período que va desde 1976 hasta nuestros días. Desde el 24 de Marzo de 1976 de ese año, las Fuerzas Armadas (FF.AA.) contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de personas. Es a raíz de ese hecho que surge un grupo llamado: Madres de Plaza de Mayo (MM.PM.).

Aún hoy podemos observar su lucha, como un grupo de presión que tiene como objetivos: El castigo a los culpables y cambiar una sociedad injusta, para poner los cimientos de una sociedad solidaria donde pueda prosperar la verdadera democracia.

    Dado que este grupo surge como tal en el año 1977 y persiste en la actualidad, creemos que a través de él podemos explicar o interpretar la transición en la Argentina.

En esta breve exposición nos plantearemos dos interrogantes: El primero se refiere a la influencia que pudieron tener las MM.PM. en el  retiro de las FF.AA. de la Casa de Gobierno. El segundo interrogante que nos surge tiene que ver con : Si este retiro de las FF.AA. significó o no el entierro definitivo de los rasgos autoritarios que formaban parte tanto de la sociedad civil como del aparato gubernamental del país.

Nuestro principal objetivo es dar respuesta a estos interrogantes; a lo largo del desarrollo del trabajo, por medio de las cuales expondremos nuestros puntos de vista acerca de si la Argentina ha alcanzado la consolidación de la democracia o si aún se encuentra en un proceso de transición.

A partir de 1974, y tras la muerte del Gral. Perón lo sucede, en la Presidencia de la Nación, su viuda, María Estela Martínez (Isabelita), quien es destituida por el Golpe Militar de 1976.

Se inicia así lo que se denominó Proceso de Reorganización Nacional. La Junta de Comandantes en Jefe, integrada por el Gral. Videla, el Almirante Massera y el Brigadier Agosti, se hizo cargo del poder, dictó los instrumentos legales del llamado Proceso y designó Presidente de la Nación  al Gral. Videla. Su objetivo era la restauración económica y productiva, por la vía del disciplinamiento social general, la desarticulación política de la clase obrera y la lucha contra la. “Subversión”. Su fin intrínseco fue la imposición de un modelo económico dependiente.

Es durante este “proceso” donde el aparato represor del estado se hace sentir en algunos sectores de la sociedad argentina, especialmente a través de la violación de los derechos humanos (DD.HH.).

En el año 1975 comienza la desaparición de personas, que habría de incrementarse a partir de 1976 , dando origen a que cada vez fuese mayor el número de madres que reclamaban individualmente por sus hijos, compartiendo su sufrimiento, verificaron que tenían en común un objetivo claro y concreto: encontrar a sus hijos.

Prácticamente es en ese entonces donde comienzan su lucha bajo el nombre: “Madres de Plaza de Mayo”, predicando en pos de principios como la ética y la maternidad; reuniéndose todos los jueves. Estas reuniones generaron las primeras acciones, que en un principio fueron ingenuas ya que pretendían obtener respuestas de organismos tales como: la Policía, el Ministerio del Interior y/o la Iglesia.

Tanto la Iglesia, que legitimó el terrorismo de estado, la falta de respuesta de determinados organismos y la indiferencia de una sociedad convulsionada y silenciada por el miedo, dejaron solas a las madres con sus reclamos.

“Pronto las Madres de plaza de Mayo víctimas ellas mismas de la represión. Se convirtieron en la referencia de un movimiento cada vez más amplio y fueron instalando una discusión pública [...] atacaron el centro mismo del discurso represivo y empezaron a conmover la indiferencia de la sociedad”.[1]

 

 Las Madres:  ¿Una toma de conciencia para la sociedad o un desprestigio nacional?.

 

Durante la dictadura militar, la organización más polémica fue sin lugar a dudas MM.PM.

Un hecho singular fue la realización del Mundial de Football en la Argentina, que intentó mostrar un pueblo feliz, no logró tapar la realidad que mostraban un grupo de madres marchando en la plaza.

Esto no pasó inadvertido para los periodistas que arribaron a nuestro país como consecuencia del inicio del Mundial de 1978.

Creemos que la acción fundamental de las madres fue el haberle mostrado al mundo una sociedad reprimida por el terrorismo de estado, provocando así el apoyo externo de la prensa, de gobiernos y de las organizaciones de derechos humanos.

“Desde 1977 los rostros de las Madres de Plaza de Mayo se transformaron en la imagen del mundial de la resistencia   del pueblo argentino contra una dictadura militar genocida”.[2]

Hacia 1981 el accionar de las MM.PM. y la presión internacional, obligaron en cierta medida a que los militares tuvieran que dar algunas respuestas sobre la desaparición de personas; este y otros factores influyeron para que bajo la diligencia del General Viola se dé el primer paso hacia el proceso de liberalización.[3]

“Los dispersos grupos de derecha fueron convocados para constituir una  fuerza política oficialista por el propio gobierno, que ensayó su apertura política, mientras peronistas y radicales entablaban conversaciones  con otros partidos políticos menores que culminaron con la constitución de la Multipartidaria, integrada por el  radicalismo, el peronismo y otros partidos: el desarrollismo, la democracia cristiana y los intransigentes”.[4]

Es claro deducir que en Viola estaba latente la idea de una “transición”, aunque lejana.

Creemos necesario aclara el concepto de transición:

 

“Entendemos por transición a la democracia al proceso político que media entre un régimen autoritario y la instauración de uno democrático. Al paso subsiguiente,  si el nuevo se afianza; es decir, no incurre en regresión al anterior, lo denominamos de consolidación”[5]

La decisión de Viola, en general no fue compartido por el ámbito castrense; dando origen a que el General Leopoldo Galtieri, con sus propias ideas, expulsara por medio de un golpe de estado a Viola del poder en Diciembre de 1981.

Con la asunción de Galtieri al poder queda relegado el principio del proceso de liberalización que había comenzado durante el gobierno de facto de Viola. Por otra parte, el activismo iniciado por las MM.PM. un tiempo atrás fue seguido de otras movilizaciones callejeras. Esta situación ocasionó que las FF.AA. tuvieran que buscar una forma de legitimar su poder: la gran idea de recuperar Las Malvinas.

La Nación, en general, compartió la identificación del enemigo estratégico, no obstante, en ciertos sectores de la sociedad vieron la estrategia como una maniobra de las FF.AA. para perpetuarse en el poder; carente de una autentica convicción patriótica. Las MM.PM. compartieron esta última idea, la cual se ve reflejada en su opinión:

Somos solidarias con las Madres de los Soldados que están en las Malvinas, pero no queremos la guerra, es otra mentira, es otro mundial de la guerra para tapar”.[6]

La crisis del régimen militar, que se había iniciado en 1981 con la desestabilización económica, se agudiza tras la derrota de Malvinas.

“Las marchas de los jueves, con escasa concurrencia en los años duros de la represión, se convirtieron luego en la guerra de Malvinas en nutridas marchas por la vida.[...] Las organizaciones de derechos humanos no solo colocaron la cuestión de los desaparecidos en el centro mismo del debate, [...] sino que impusieron a toda la practica una dimensión ética”.[7]

Ya la situación no daba para más. Galtieri fue reemplazado por el General Bignone encargado de dar por concluido el régimen y organizar el espacio para las próximas elecciones, dándose el paso efectivo hacia la transición a la democracia.

Ante lo expuesto, deducimos que en la Argentina se dio una transición de tipo exógena[8],  ya que fue la influencia de actores sociales (tales como MM.PM.) y políticos, y la derrota en la Guerra de Malvinas lo que provocó la caída del régimen autoritario; unido a otros factores que produjeron el quebrantamiento interno de las FF.AA.

Es importante aclarar en este punto, que la transición consta de dos procesos básicos: el de liberalización, iniciado durante el régimen autoritario, y el de democratización.[9]

Podemos considerar que en la Argentina se dieron los dos procesos ya que: “Se otorgaron garantías fundamentales y no se impidió a los  individuos  o grupos participar de las elecciones libres, dar a conocer su opinión cerca de las medidas oficiales y/o  ejercer los derechos que harían a los gobernantes razonablemente responsables hacia ellos”.[10]

El 30 de Octubre de 1983 se realizaron elecciones presidenciales, que dieron el triunfo a Raúl Alfonsín, candidato por la U.C.R., abriendo así una nueva ilusión democrática.

En una entrevista que mantuvimos con la MM.PM Evel Petrini nos contó que ellas nunca creyeron en la vuelta de la democracia, pero aún así, durante la campaña electoral, recorrieron las distintas sedes de los partidos y demandaron que no se heredara a los desaparecidos y les anunciaron que su predica persistiría “subiese quien subiese”.

 

Igual que antes pero con democracia

 

Para 1983 la Sociedad Argentina estaba preparada para exigir la rectificación de las FF.AA. por el papel que habían cumplido hasta el momento. El poder político tenía la obligación de dar respuesta a esta exigencia por medio del enjuiciamiento y la reestructuración de las FF.AA., dejando en claro su rol dentro de la sociedad.

Algunas de estas expectativas fueron satisfechas en un principio por el gobierno, aunque la forma en que se llevaron a cabo no fue consensuada por las madres. Un claro ejemplo de esto es que se opusieron a ciertas decisiones de Alfonsín, tales como la asignación de las causas de los miembros de las Juntas Militares al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y luego a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal. Por otra parte, también estuvieron en contra de la Ley de Obediencia Debida y la de Punto Final (1986).

Durante una entrevista que mantuvimos con uno de los miembros de la Asociación MM.PM. denunció que el aparato de represión ilegal en Argentina, que se debía haber enterrado para siempre con el nuevo gobierno , ni siquiera había desaparecido; delatando violaciones de los DD.HH. en ámbitos carcelarios, hospitalarios, educativos y otros, durante el gobierno de Alfonsín

A partir de 1984 las MM.PM. comenzaron a editar su propio periódico, material ideológico que sigue sirviendo como un medio para expresar sus propias ideas. De estos, interpretamos que para las MM.PM. la política radical contribuyó para tapar el pasado, para que la población se ocupara de otros temas y esperaran a que ellas se cansen y abandonen las marchas.

Luego del gobierno de Alfonsín, asume el Doctor Carlos Menem, candidato Justicialista, que siguió (en relación con el tema de los militares) una política similar al gobierno anterior. Durante su gobierno se dictó el Indulto para los Nueve Miembros de las Juntas Militares (1990). En 1995, tras una reforma constitucional, Menem es reelecto.

Los militares lograron, así, protegerse bajo la obediencia debida, el punto final y el indulto.

En resumen, podemos decir que, aún hoy, notamos que persisten rasgos autoritarios de épocas pasadas y esto no es compatible con una verdadera democracia. Numerosos son los casos que lo ejemplifican, según las madres.

La situación en Argentina, sobre los derechos humanos es caótica. Se perdona a los asesinos, se sigue asesinado y se tortura en los barrios  marginales”.[11]

Las Policías Federal y Provinciales, Gendarmería Nacional y los Servicio Penitenciarios (nacional y provinciales) son cuerpos de tradición altamente represivos y deshumanizados. Bajo la Dictadura el problema se agravó y hoy en día sus integrantes son prácticamente los mismos en los institutos que lo forman, no han sido reorganizados en la planta docente ni en las currículas. Esto es un tema grave y urgente en Argentina. Además, que nada ayuda el sistema judicial de por sí anacrónico, que alberga en su seno, intacta, una vergonzosa cantidad de jueces insertados por la dictadura y que fueron aceptados mansamente por los gobiernos democráticos. Este es un tema gravísimo y de proyecciones incalculables para la regeneración y reconstrucción de la democracia argentina.

Por otra parte, se reclama que no se gobierne por decreto, hecho que atenta contra la esencia de la democracia.

La opinión de las Madres en cuanto a estos gobiernos es que solo fueron de carácter institucional y no democráticos. Para ellas, democracia es para la gran mayoría de la población, para los que producen, para la clase obrera, no para una minoría privilegiada.

Nosotros entendemos que la democracia en términos general se basa en la libertad, la igualdad, los derechos del hombre, el principio de mayoría expresado por el sufragio universal, la subordinación del poder militar al poder civil y el pluralismo ideológico.

Basándonos en este concepto, creemos que la democracia aún no se ha consolidado en nuestro país ya que existen garantías esenciales pero no en forma igualitaria para el conjunto de la sociedad.

Las madres creen que el único cambio que ha habido del gobierno de facto a la actualidad es que ya no hay militares en el poder sino civiles, sin embargo consideran que si bien no planean sobre el poder permanecen junto a él.

Para las madres el gobierno de Alfonsín utilizó el autoritarismo como método de gobierno; con Menem, adquiere rasgos monárquicos; pero aún así:“ Alguna vez creímos que la llegada de la democracia y el fin  de la dictadura militar pondrían fin al horror y darían comienzo a un  tiempo de paz, de justicia y de construcción[...]. Pero nos equivocamos...”[12]


CONCLUSIÓN.

 

Con este trabajo espero haber dejado implícito la importancia de la actuación de las MM.PM. del poder. Sin embargo, es claro, que este  paso hacia la democracia no significó el entierro definitivo de rasgos autoritarios; afianzados en la sociedad a lo largo de casi un siglo de gobiernos de facto. Por otra parte, la falta de una educación democrática, que no se fomentó desde el gobierno, y la apatía política producida por el descreimiento hacia nuestros representantes afectan, sin lugar a dudas la consolidación de la democracia.

En esta transición hacia la democracia las MM.PM. nunca significaron una alternativa política. Su objetivo siempre estuvo ligado a la búsqueda de una sociedad justa. Ellas están orgullosas de su lucha, de su resistencia activa y de la duración en el tiempo de este organismo que nunca recibió favores de los gobiernos de turno”.

Ahora, al pueblo argentino se le plantea un desafío en que es mucho lo que se juega: Por un lado defender la estabilidad institucional mas allá  de las divergencias y, por otra parte seguir luchando por las reivindicaciones nacionales y populares, los DD.HH. en primer lugar.

 



[1] Romero, Luis A.;  “Breve Historia Contemporánea de la Argentina”,  Fondo de Cultura Económica, Uruguay, 1995, pág. 313.

[2] Huasi, Julio; “El mundo es una inmensa Plaza de Mayo”, Asociación Madres de Plaza de Mayo, Mayo de 1985, pág. 16.

[3] “...Hemos denominado “liberalización” al proceso de redefinir y ampliar los derechos [...] Entendemos por “liberalización” el proceso que vuelve efectivos ciertos derechos, que protegen a individuos y grupos sociales ante los actos arbitrarios o ilegales cometidos por el estado o por terceros...”. Dice O’Donnell. Véase O’Donnell, Guillermo; Schmitter, Philippe,  “Transiciones desde un gobierno autoritario”, Ed.Paidós, Tomo IV, 1988, pág. 20.

[4] Romero, Luis A.; “Breve Historia Contemporánea de la Argentina”, Fondo de Cultura Económica, Uruguay, 1995, pág. 313.

[5] Alvarez Natale, H.; “Cambio Político: una aproximación al análisis de la transición y la consolidación de la democracia”,  pág. 7.

[6] (6) Asociación Madres de Plaza de Mayo; “Historia de las Madres de Plaza de Mayo”, Argentina (Bs. As.),1988, pág. 

[7] Romero, Luis A.; “Breve Historia Contemporánea de la Argentina”, Fondo de Cultura Económica, Uruguay, Pág. 325.

[8]  Alvarez Natale, H.; “...Es cuando el viejo régimen se bate en retirada, ante la presión de los actores sociales y políticos o ante su derrumbe, generalmente debido a una derrota militar...”, Pág. 9.

[9] Proceso en el cual se da la instauración de las instituciones democráticas. Consideramos que éste debe ser seguido, por un respeto por parte  de toda la sociedad hacia dichas instituciones.

[10]  O’Donnell, Guillermo. Schmitter, Philippe; “Transiciones desde un gobierno autoritario”, Ed.Paidós, Bs. As., Tomo IV, 1988, pág. 25.

[11] Bonafini, Hebe; “...No somos dolientes ni lloronas, sino madres en lucha...”, Madres de Plaza de Mayo, 1991, N* 79, pág. 20.

[12] Asociación Madres de Plaza de Mayo; “Carta Abierta a la dirigencia política”, Madres de Plaza de Mayo, 1995, Marzo, pág. 12.